Hemodiálisis en domicilio

Durante la hemodiálisis (HD), la máquina de diálisis extrae una pequeña cantidad de sangre del cuerpo mediante una aguja o un catéter. A continuación, el dializador depura la sangre, eliminando desechos, toxinas y el exceso de líquido. Por último, la sangre limpia se vuelve a introducir en el cuerpo. La hemodiálisis (HD) se puede realizar en el domicilio, preferiblemente con la ayuda de un cuidador, lo que le proporciona la flexibilidad de ajustar su calendario de tratamiento a sus actividades diarias y al tiempo para llevar una vida normal. Es lo que se llama hemodiálisis en domicilio (HDD).

Puede realizar de forma cotidiana su tratamiento de hemodiálisis en domicilio (HDD), entre 3 y 6 veces a la semana, en periodos de tiempo de 2,5 a 4 horas. Su profesional de la salud también puede aconsejarle realizar sesiones de tratamiento más prolongadas, pero menos veces a la semana. Es importante que siga acudiendo regularmente al hospital o a la clínica durante su tratamiento para asegurarse de que todo está funcionando según el plan.

En comparación con la hemodiálisis en centro hospitalario, puede ahorrar el tiempo que habría dedicado al transporte hasta el hospital o la clínica, y disfrutar de la comodidad y el confort de su propio espacio mientras completa la terapia. Con un enfermero/a disponible para ayudarle por teléfono si es necesario, puede sentirse cómodo realizando la hemodiálisis en domicilio (HDD). 

A pesar de estas ventajas, la hemodiálisis en domicilio (HDD) tiene algunas consideraciones especiales que debe de tener en cuenta cuando analice junto con su profesional de la salud si la hemodiálisis en domicilio (HDD) es adecuada para usted. 

Si realiza la hemodiálisis en domicilio (HDD), necesitará sitio en su domicilio para una máquina de hemodiálisis (HD), además de sus suministros normales para la diálisis. Es posible que necesite realizar algunos ajustes en su instalación eléctrica y conducciones de agua para adaptarse a la cantidad de agua que la máquina de diálisis utiliza durante el tratamiento. Igualmente, tendrá que introducir dos agujas, bien usted mismo, bien su cuidador, cada vez que realice la diálisis. Deberá hablar con su profesional de la salud sobre la preparación que necesita, tanto mental como física, para este proceso. 

Debido a estas y otras consideraciones especiales, la formación para realizar la hemodiálisis en domicilio (HDD) es más larga que la formación para la diálisis peritoneal (DP), que habitualmente dura 4-6 semanas. 

En lo que respecta a las sensaciones que provoca el tratamiento, lo normal es que sienta un poco de dolor cuando le introduzcan las agujas y que esté cansado o note calambres molestos en las piernas o náuseas tras el tratamiento. El tratamiento en sí no debe provocarle nada de dolor.

Antes de comenzar con los tratamientos, también le tendrán que realizar un procedimiento quirúrgico para crear un acceso para diálisis debajo de la piel que se denomina fístula. Esta fístula de diálisis permite que la sangre sin filtrar circule desde los vasos sanguíneos hasta la máquina de diálisis, y que la sangre limpia circule de vuelta a sus vasos sanguíneos. El acceso a esta fístula se crea insertando dos agujas en los vasos sanguíneos de la fístula.

Existen tres tipos de acceso de hemodiálisis (HD) diferentes: fístula, injerto y el catéter de hemodiálisis (HD). Cada uno tiene ciertas ventajas y determinados inconvenientes, por lo que debe hablar de cada uno con su equipo de profesionales de la salud para determinar cuál será la opción de acceso más efectiva y segura para usted. Por lo general, la fístula se considera el tratamiento estándar en la mayoría de los centros de diálisis.

Fístula

• Una fístula suele ser la mejor opción para la hemodiálisis (HD) porque usa sus propios vasos sanguíneos, lo que permite que haya una buena circulación sanguínea durante el tratamiento y presenta la menor posibilidad de que se produzcan infecciones. 
• El cirujano conectará una de sus arterias a una vena por debajo de la piel del brazo o el antebrazo. 
• Esta intervención se realiza 2 o 3 meses antes de la fecha de inicio de la diálisis. 
• Durante la diálisis, la sangre no filtrada circulará desde los vasos sanguíneos a través de una aguja, conectada a la fístula, y la sangre limpia volverá al cuerpo a través de una segunda aguja, también conectada a la fístula. 

Injerto

• Para crear un injerto, el cirujano usará un trozo de tubo médico para conectarle una arteria a una vena. Este injerto se colocará debajo de la piel del brazo o la  pierna.
• Durante la diálisis, la sangre no filtrada circulará desde los vasos sanguíneos a través de una aguja, conectada a su injerto, y la sangre limpia volverá al cuerpo a través de una segunda aguja, también conectada a su injerto.

Catéter

• Los catéteres suelen ser temporales y solo se utilizan mientras espera a que le pongan una fístula de diálisis o un injerto. 
• Se colocará un catéter dentro de una vena, en el cuello o el pecho. El otro extremo del tubo saldrá de la piel y se conectará al tubo de la máquina de diálisis. 
• No se recomienda el uso de catéteres a largo plazo porque pueden conllevar un mayor riesgo de coagulación sanguínea e infecciones, y provocar que la velocidad de flujo sanguíneo disminuya. 

En función de lo resistentes que tenga las venas y de su estado de salud general, su profesional de la salud podrá decidir qué tipo de opción de acceso es la mejor para usted. Si su profesional de la salud decide que necesita una fístula de diálisis o un injerto, tendrá que programar la intervención quirúrgica antes de la fecha de inicio de diálisis.

Independientemente del tipo de acceso que elija, tendrá que proteger la zona de acceso de un exceso de presión, gérmenes e infecciones. Recuerde lavarse las manos antes de tocar esa zona y de comprobar con frecuencia si hay signos de hinchazón o irritación. Póngase en contacto con el personal de enfermería inmediatamente si sospecha de la presencia de estos signos. Esto se aplica a todas las opciones de tratamiento de diálisis.

Tendrá cierto control sobre su tratamiento y podrá elegir el calendario que se ajuste a su vida social y profesional. Si su profesional de la salud se lo prescribe, puede que le permitan realizar la diálisis con más frecuencia y durante periodos de tiempo más prolongados de lo que lo haría en el centro sanitario. Si usted puede, someterse a tratamientos más lentos y prolongados puede ser más suave para el cuerpo porque es más parecido a la función renal natural que actúa 24 horas al día. Esto puede disminuir los efectos secundarios negativos y ayudarle a sentirse mejor y con más energía e, incluso, a proporcionarle más libertad en su dieta.

Además de los beneficios de la hemodiálisis en domicilio (HDD), debe conocer algunas de las consideraciones especiales de este tratamiento, tales como:

• En cada tratamiento tienen que introducirle agujas, algo que le puede resultar molesto si les tiene miedo.
• Casi todos los pacientes de hemodiálisis en domicilio (HDD) requieren la ayuda de un cuidador.
• Sus tratamientos se realizarán lejos de su equipo de profesionales sanitarios.
• Necesitará almacenar en su domicilio el valor de 6 semanas de equipamiento para la diálisis y suministros.

Todas estas ventajas y consideraciones deberán tratarse con su profesional de la salud para que pueda tomar una decisión que se acomode a sus necesidades médicas y de estilo de vida.